Contraemigrando

Son muchos los zamoranos y zamoranas que se encuentran fuera de este país por diversos motivos. Esta mañana la Junta de Castilla y León ha anunciado que convoca subvenciones para aquellas personas de esta región que vuelvan a la Comunidad.

Esperando que pueda seros de utilidad y mientras buscamos nuevas historias, os dejamos el enlace a la información aquí:

Creador de ídolos infantiles

Si tienen niños o niñas pequeños/as en su entorno seguro que conocerán a Pupi, la mascota de una famosa editorial que es el ídolo del sector infantil y que se le identifica por ser un marciano de color azul que confunde las palabras.

Pupi

Pupi

Su creador es Javier Andrada Guerrero, nacido en 1972 en Benavente (Zamora) y habitante de Cataluña desde hace 20 años. Con un padre de Ávila y una madre de Balaguer (Lérida), estuvo unido a ambas comunidades autónomas desde niño y califica Cataluña como «la patria chica, siempre veraneábamos allí».

Él se crió en Benavente, donde vivió hasta los 17 años, cuando fue a estudiar a León «Artes y Oficios». De ahí se fue a Barcelona para formar parte de la primera promoción del Ciclo Formativo de Grado Superior de Ilustración. Se metió aquí «porque no había plazas para estudiar pintura, que es lo que iba a hacer en principio», explica. Una vez allí, uno de sus profesores les habló de que necesitaba un ilustrador que pintase a acuarela. Varios alumnos presentaron ideas y le eligieron a él; estuvo un año trabajando.

También ha hecho publicidad, octavillas de teatro, trabajos de arquitectura, dibujos para regalos de cumpleaños, etcétera. «Ahora llevo seis años con Pupi porque me ha absorbido todo el tiempo», asegura Andrada, quien define a su otro «hijo» como «mascota vehicular para toda la Primaria» y de cuya fama asegura no darse cuenta hasta que no acude a eventos como las Ferias de Libros.

María Menéndez-Ponte, escritora y creadora del personaje, hizo una pequeña descripción de cómo es Pupi. Siete ilustradores participaron en el concurso y el benaventano fue el que mejor reflejó al personaje. «Ella siempre cuenta en las charlas que Pupi le cuenta a ella los cuentos, los escribe y luego me los pasa a mí para que los dibuje«, alude el ilustrador, que compagina su trabajo con la pintura, su gran pasión, y a continuación añade: «Tienes que documentarte, pero también sumergirte en ese texto para ilustrarlo y entender al autor».

A pesar de la crisis que considera «afecta al mundo editorial especialmente en contraposición a la era de oro de la ilustración» recomienda: “si tienes una vocación, hay que seguirla, a pesar de todo lo que digan los demás”.

Dice además que «siempre que puedo vengo a Benavente para ver a mis padres, mi hermano y a los amigos de toda la vida“ y concluye con un pensamiento en voz alta: «he tenido la gran suerte de que algo que se me daba bien y me hacía sentir realmente feliz, que es dibujar, es a lo que he logrado dedicarme«.

-Visita del dibujante, Javier Andrada, a Benavente:

http://www.laopiniondezamora.es/benavente/2013/04/29/padre-pupi-benaventano/675233.html

-Visita de la escritora, María Menéndez-Ponte, a un colegio de Benavente:

http://www.laopiniondezamora.es/benavente/2013/03/01/puertas-abiertas-cultura/663015.html

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Becas que ayudan a emigrar

Entre las cien becas ofertadas a nivel de España y los más de 4.000 aspirantes que a ellas optaban hay un zamorano: se llama Alfonso Casado Díez y vive en Benavente.

En sus estudios está a punto de finalizar cuarto curso de la Educación Secundaria Obligatoria, así como de obtener el título de Advance, otorgado por la Universidad de Cambridge.

Alfonso Casado en los paseos de Soledad González, en Benavente.

Alfonso Casado en los paseos de Soledad González, en Benavente. / Foto S. G. C.

Su alto nivel en inglés, así como otras pruebas de selección entre las que estaban una prueba escrita del idioma y una entrevista realizada por Internet, le van a permitir estudiar el próximo curso en Canadá.

La Fundación Amancio Ortega es el organismo que financia este tipo de becas que harán que Alfonso emigre de Zamora cubriendo los gastos de su viaje de ida y vuelta al otro lado del charco, la matrícula de Primero de Bachillerato en un centro de la provincia de British Columbia, así como su estancia allí, que consistirá en vivir en casa de una familia canadiense.

La beca pretende una inmersión lingüística y cultural, de manera que durante el próximo curso académico, ni él visitará España ni la familia podrá ir a verle durante dicho período de tiempo. Alfonso es consciente de los beneficios que esta experiencia tendrá para él y agradece la formación bilingüe recibida en el Instituto de Educación Secundaria «Los Sauces» (Benavente, Zamora). Mientras, su familia asegura alegrarse «porque es una oportunidad que no se puede desaprovechar», según palabras de su madre, y porque «es por su bien», apunta su abuelo.

Alfonso tiene claro que quiere ser programación de videojuegos, para lo que primero tendrá que estudiar una Ingeniería Informática. Al preguntarle por su futuro y por el lugar dónde cree que acabará viviendo, responde con la misma contundencia con la que tramitó los papeles para optar a esta beca, después de encontrarla por Internet: «Me veo trabajando en el extranjero«.

Foto y texto: Sheila García Cerviño

Una emigrante «de película»

Esther Vaquero Ferrero ha estado recientemente en Benavente y ha venido acompañada de D. Francisco de Goya.

Diseñadora de vestuario profesional, fue candidata por su labor en la película «Juan de los muertos». El filme se llevó el Goya a la Mejor Película extranjera de habla hispana en la XXXVII edición.

Esther Vaquero es de Benavente y trabaja como diseñadora de vestuario en el cine. Foto S. G. C.

Esther Vaquero es de Benavente y trabaja como diseñadora de vestuario en el cine. Foto S. G. C.

Estudió diseño de moda en Zamora mientras trabajaba en Benavente, pero el pleno desarrollo de su profesión lo consiguió cuando llegó a Sevilla, a donde se fue hace 13 años porque lo que más le interesaba, más que el mundo de la moda, era el tema del vestuario de espectáculos. En la capital andaluza hizo un curso de vestuario escénico en el Centro Andaluz de Teatro. «A partir de ahí es cuando me empiezan a salir proyectos», dice, para a continuación enumerar: primero con una compañía de teatro que hacía flamenco, luego con productoras audiovisuales, como por ejemplo un par de series para Canal Sur. «Ahora lo que más hago es cine».

Viene poco por Benavente porque tiene un trabajo “con el que nunca sabes cuando te van a llamar, un día estás aquí y otro estás allí”, pero afirma que no falla nunca en Navidades y que lo que más le gusta a su regreso es volver a ver «a mis amigos, a mi gente». Esta semana estuvo en Cine Club Fetiche contestando a las curiosidades de aquellos que luego fueron a ver la producción cubano- española dirigida por Alejandro Brugués.

Esther no sólo ha emigrado de Zamora, sino que ha trabajado ¡¡en los cinco continentes!! De hecho, la última película en la que ha trabajado fue rodada en Almería, Sevilla, Rumanía y La India y ante nuevos planes asegura que está esperando un proyecto «que no sé ni cómo será ni dónde me llevará».

En los tiempos de dificultad económica en los que estamos afirma que «todo el mundo debe atreverse a soñar» y en el ámbito concreto de la cultura espera «que se den cuenta de la repercusión que tiene, porque es la exportación de nuestra imagen al exterior».

Ha cumplido su principal objetivo: «poder vivir de mi trabajo, algo que al principio no me atrevía ni a imaginar» y concluye que le gustaría seguir haciendo películas, «independientemente de que ganen premios o no».

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Más sobre la visita de Esther Vaquero a Benavente en:

La Opinión de Zamora

Televisión Benavente

Radio Benavente Cadena SER

Interbenavente

 

 

¿Cuántos habitantes tiene Zamora?

Dos turistas ojean un mapa en una localidad zamorana.

Dos turistas ojean un mapa en una localidad zamorana.

 

Os ofrecemos una página web en la que se puede ver el número de habitantes de las localidades de la provincia de Zamora.

Sólo hay que elegir el municipio y darle al click.

Los datos proceden del Instituto Nacional de Estadística.

http://www.habitantes.org/pueblos-de-Zamora-49.html

Foto: S. G. Cerviño

 

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Rojo de victoria, en la bandera de Zamora

La provincia de Zamora se ubica al noroeste de España y nuestros vecinos son: León por el Norte, Salamanca por el Sur, Valladolid al Este y la provincia de Orense junto a Portugal por el Oeste.

La bandera que representa a Zamora está formada por ocho bandas rojas y una verde. Las cintas rojas conmemoran las victorias de Viriato sobre el ejército romano. La verde representa la ayuda de los zamoranos en la batalla de Peleagonzalo (1476) contra Juana «La Beltraneja» y fue añadida después por los Reyes Católicos como muestra de agradecimiento por la victoria de la batalla, que supuso el asentamiento de Fernando e Isabel en el trono con el título de Reyes de Castilla.

Bandera de Zamora / S. G. C.

Bandera de Zamora / S. G. C.

 

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Cantando a Zamora

«Cantando a Zamora» es una obra de un artista leonés llamado Roberto Rey que creó esta pieza para homenajear a esta bonita tierra.

No tengáis en cuenta el estilo, pues la canción es de 1976. Lo único que quiero es dar a conocer esta provincia a aquellos que son de otros lugares y despertar un poquito de nostalgia en los zamoranos/as que han tenido que emigrar por diversas razones.

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El arte de emigrar

Ester Arenas Martínez tiene 25 años y es de Benavente. Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca, se fue no sólo de Zamora, sino también del país porque “en España no había ningún máster enfocado a catalogación de obras de arte del período artístico en el que yo estaba interesada, que está comprendido desde la época egipcia hasta el Renacimiento”.

Para continuar su formación se fue a Londres y durante el año pasado realizó un máster en la casa de subastas más famosa y más antigua del mundo: Christie´s. Su tesina versó sobre las reinterpretaciones políticas de Heracles en la época grecorromana.

Ester Arenas realiza una consulta en una biblioteca londinense.

Ester Arenas realiza una consulta en una biblioteca londinense.

El nivel básico del inglés aprendido entre el colegio y el instituto ya lo había superado con una estancia previa en otros puntos de Gran Bretaña para mejorar el idioma como la famosa localidad de Oxford o Brighton. Ahora tiene un nivel C1 según el Marco de Referencia Europeo de las Lenguas (y para realzar aún más su pronunciación matizaremos que hay seis niveles y que el máximo es C2).

Lo más curioso que ha visto en Inglaterra es “la celebración de la Eurocopa en Picadelly Circus. La plaza estaba llena de españoles con banderas, camisetas de la selección y caras pintadas de rojo y amarillo. ¡Me sentí como en España!” Desde Londres ha seguido especialmente los eventos deportivos, pues es una gran aficionada de los mismos, sobre todo, del tenis.

Entre las aportaciones de vivir en el extranjero, Ester enumera “a parte del idioma, el conocimiento de otras culturas que hacen cambiar la percepción de las realidades y abrir la mente”. Todo ello sin dejar de echar de menos a la familia, los amigos, la comida o el clima” y una de las cosas que más le duele perderse es la Semana Santa de Zamora. Opina que la gente se va de esta provincia por falta de oportunidades y que ella misma ve “bastante improbable” vivir en el futuro en alguna localidad zamorana por su formación.

Su constancia, paciencia y esfuerzo para sacar los estudios adelante le han brindado una estupenda oportunidad para este 2013 que hoy empieza: The Mentorship Programme, es decir, hacer unas prácticas en la casa de subastas de Christie´s desde enero y hasta julio.

/Texto: Sheila García Cerviño.

Foto cedida por Ester Arenas Martínez./

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Emigrar para desconectar

Con padre asturiano y madre zamorana, Miriam Soto Fernández se crió en Cional, una localidad ubicada en la comarca de La Carballeda, al noroeste de la provincia de Zamora.

Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valladolid y actualmente cursa Ciencias Políticas en la UNED. Se fue a Toronto (Canadá) con una beca del Ministerio durante tres semanas y asegura que si el país estuviera más cerca de España o alguna compañía de bajo coste volase hasta allí, le encantaría vivir en ella en lugar de en Londres, que es donde ahora se encuentra.

Ha trabajado en el sector hostelero fundamentalmente (camarera en un restaurante y en una cafetería, venta de refrescos y perritos calientes) así como de camarera de pisosen un hotel. “Aún me acuerdo cada día al hacer mi cama”, asegura Miriam.

Encontró su último trabajo gracias a su instinto. “Pasé por allí de camino a una entrevista de trabajo y entré a dejar el currículum. A las tres horas o así me llamaron”, relata la protagonista de ZAMORA EMIGRA, quien también reconoce que “más que instinto, fue un gesto rutinario de quien se patea la ciudad repartiendo currículum”.

Miriam Soto en Londres.

Miriam Soto en Londres.

En octubre cumplió dos años allí. Antes del 2010 sólo había estado de vacaciones y posteriormente decidió dejar Zamora “para desconectar. Con lo que me encontré al poco tiempo fue con la dificultad de volver. Aunque mi intención es volver pronto, supongo que huyendo de la idea de convertirme en emigrante definitivamente. Es gracioso, porque todos consideramos nuestra estancia en Londres como algo temporal. `Londres es una ciudad de paso´ (que no cruce de caminos, eso es Benavente), me dijo una vez un amigo que lleva aquí casi diez años…”, relata Soto.

A sus 26 años sabe francés e italiano y se manejaba en inglés antes de llegar a la ciudad del Big Ben. “Lo tartamudeaba, eso sí, lo que es bastante triste después de ‘estudiarlo’ desde los 8 ó 9 años”, afirma Miriam. Hace unos meses se presentó a los exámenes del Advance.

Viviendo en Londres ha aprendido “a sobrevivir”  y “a convivir con gente completamente diferente a ti”, aunque no deja de sorprenderle “la obsesión de los británicos por ser ‘polite’, por esa amabilidad forzada”.

Echa de menos a la familia y los amigos, pero también la luz, la tranquilidad, la comida, la sierra o el embalse cercanos a su pueblo. Pero es consciente de que “en Zamora hay lo que hay, no puedes elegir entre esto o aquello porque seguramente no haya de ninguna de las dos cosas”. Como tantos otros zamoranos, señala la falta de oportunidades por las que los ciudadanos de esta provincia emigran, convirtiéndose así en protagonistas de ZAMORA EMIGRA. Miriam Soto no se queda sólo en la mera crítica, también ofrece varias propuestas como “invertir el dinero que se gastan en cosas imprescindibles como  pasarelas, cámaras de vídeo- vigilancia en los montes e incluso ¡plantar escobas! en crear puestos de trabajo, por ejemplo, que sirvan para mantener el entorno natural que tenemos, que ya lo quisieran muchos. Y aumentaría la oferta educativa, pero creo que este tipo de propuestas no funcionan mucho por allí”, concluye.

/Texto: Sheila García Cerviño

Foto cedida por Miriam Soto Fernández/

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Emigrar de Zamora en los `60

FICHA TÉCNICA

Protagonistas: Gregorio Cerviño y Aurora Sánchez
Edades: 71 y 68 años, respectivamente
Sectores: Ella en la hostelería; él en la construcción
Formación: Enseñanza básica
Naturales de: Requejo de Sanabria (Zamora)
Actualmente viven en: Zamora capital
Y trabajan en: Ambos están jubilados

Son muchos los zamoranos que están teniendo que emigrar al extranjero y en ZAMORA EMIGRA hemos dado cuenta de algunos de ellos, pero si preguntamos en las familias españolas seguro que encontraríamos un ejemplo en cada casa de personas que también tuvieron que irse del país en su época de juventud.

Hoy esos jóvenes son padres, abuelos o, incluso, bisabuelos; es el caso de Gregorio Cerviño y Aurora Sánchez, un matrimonio que dejó España por primera vez en 1966. Se fueron recién casados porque Goyo, que es como le llaman los amigos y la familia, tuvo «un amigo en la mili que me habló muy bien de Suizay me animó a ir», explica.

Aurora y Goyo recién casados.

No conocían nada de francés, pero la situación económica y política en España estaba en un mal momento y habían oído que allí podían ganar el doble que en su país. Él comenzó construyendo refugios militares bajo tierra para los franceses y ella de camarera de pisos en un hotel. «El idioma puente que usaban para comunicarse con nostros fue el italiano, que se parece más al español», dice Aurora.

Aseguran que encontraron pocos problemas en el tema burocrático. «Fuimos con un contrato de trabajo y dados de alta en la embajada española, así que no hubo pegas», cuenta Goyo. Estando allí reclamaron a cuatro de sus hermanos: un hombre para una fábrica de relojes y una mujer para la hostelería. Los dos volvieron pronto a España. Otro de los Cerviño fue para trabajar en la construcción y murió en un accidente de trabajo. El más pequeño de los cinco aún continúa viviendo allí, tras casarse con una suiza.

Entre el `66 y el `72 repartieron su tiempo entre España y Suiza. Al principio sólo podían regresar a su Requejo de Sanabria natal en Navidades, pero Aurora regresó al menos en tres ocasiones más para dar a luz a sus tres hijas. «Teníamos que dejarlas con mis padres, que son los que las criaron», expone ella. Coincidiendo con el nacimiento de la menor, Goyo estaba en Argentina, a donde fue trasladado por una constructora española por seis meses.

La vida después de emigrar

Pero en cuanto consiguieron unos ahorros volvieron al pueblo que les vio nacer, situado en el noroeste de Zamora, y montaron un restaurante al que llamaron «Mar Rojo» usando los nombres de sus hijas (María del Mar, María del Rocío y María José). Ambos vivieron de la hostelería en Requejo hasta 1985, fecha en que se mudaron a la capital zamorana «buscando una mejor calidad de vida», matizan. Aurora continuó en la hostelería como cocinera y Goyo retomó la construcción, ambos hasta su jubilación. Actualmente tienen cinco nietos y una calidad de vida que para ellos desean.

Goyo y Aurora en una fotografia reciente.

De Suiza recuerdan un nivel de vida por encima del que vivía España en las décadas de los `60 y `70 y el buen concepto que sus habitantes tenían sobre los emigrantes españoles e italianos. «Tenían una mentalidad muy abierta», recuerda Aurora, a lo que Goyo añade una anécdota: «cuando llegamos personas como el panadero, el lechero o el que repartía el periódico dejaban los productos en la puerta de las casas. Dos años después  tuvieron que llamar al timbre para dejar los productos porque los inmigrantes los robaban».

Aurora concluye: «Estamos muy contentos de haber estado en Suiza: además de darnos trabajo es un sitio digno de ver. Después de aquellos años hemos vuelto para ver a mi cuñado, que se quedó a vivir allí».

Actualmente Goyo y Aurora viven en Zamora capital y veranean en Requejo de Sanabria, donde continúa en funcionamiento el Mar Rojo que ellos fundaron.

/Texto: Sheila García Cerviño (nieta)

Fotos: en blanco y negro cedida por Goyo y Aurora; en color hecha por María del Mar Cerviño Sánchez (hija mayor)/